Ciertos países están catalogados como “zonas de alto riesgo”, por el peligro de que turistas puedan sufrir un secuestro.
Según los asesores en seguridad, los plagiadores por lo general se enfocan en víctimas más vulnerables que los viajeros de negocios ya que, generalmente, estos limitan sus estancias en destinos peligrosos y siguen programas irregulares. Pero, a veces, este tipo de viajeros se ven arrastrados por la creciente ola del crimen internacional.
“El secuestro no es un evento poco común, es un gran negocio”.
Lamentablemente los plagios y secuestros están creciendo a nivel internacional. El secuestro para pedir rescate está aumentando en muchos países. En el 2011, el gobierno mexicano registró un incremento de más del 300% en este tipo de crimen en el 2005.
La página web del Departamento de Estado de EE.UU., que sigue las tendencias criminales en todo el mundo, indica que se observan “aumentos alarmantes” en los casos de secuestros en Venezuela e indica que los raptos en Pakistán “siguieron incrementándose de manera dramática en todo el país”. Pero es difícil recopilar estadísticas y es muy probable que se subestime el número de víctimas.
También está el caso que muchos rehenes liberados se niegan a denunciar el crimen. Esto se debe a que algunos temen atraer a más criminales que intenten secuestrarlos nuevamente, mientras que otros desconfían de la policía corrupta que podría estar coludida con los plagiadores. En Venezuela, por ejemplo, el Departamento de Estado calcula que unos cuatro de cada cinco raptos no se denuncian.
Por su parte, las compañías de seguros dicen que el negocio avanza a un ritmo acelerado. “El secuestro y el rescate son un negocio muy rentable para las aseguradoras”, manifestó Ana Paula Menezes, antigua agente de seguros.
Las pólizas de los seguros antisecuestro normalmente incluyen los servicios de los equipos de reacción, que orientan a las familias de las víctimas sobre todo tipo de temas desde las pruebas que hay que pedir para asegurarse de que el plagiado sigue con vida hasta los precios del rescate, que las pólizas reembolsan.
Algunos consultores especializados tratan directamente con clientes que carecen de la cobertura de un seguro contra secuestro. “Le costará por lo menos $ 3.000 diarios y el pago deberá ser por adelantado”, indicó Christopher T. Voss, profesor de la Universidad Georgetown y ex importante negociador internacional antisecuestro del FBI.
Actualmente incluso hay a disposición algunas aplicaciones antisecuentros. BrickHouse Security, un emporio de seguridad y vigilancia, vende el software Executrac (por $ 29,95 y una mensualidad de $ 19,95), esta es “una aplicación invisible y poderosa que convierte cualquier BlackBerry o teléfono inteligente en un rastreador GPS encubierto con un botón de pánico de emergencia”. Sin embargo, los secuestradores están cada vez más conscientes de que el teléfono puede ser rastreado. En tal sentido, Voss ofrece un consejo a los viajeros que visitan países de alto riesgo: “Aléjense del punto X, Nº 1. Ese punto donde los secuestradores intentarán llevárselo”.
Voss también insta a los viajeros de negocios a variar sus rutinas, incluso si esto significa llegar tarde intencionalmente a sus citas. “Un buen hombre de negocios es puntual y consistente. Y a muchos empresarios les horroriza la idea de salirse de esta consistencia. Pero si cambian su programa de trabajo unos 10 o 15 minutos, podrán despistar suficientemente a los criminales”, precisó Voss.
Orlando Wilson, asesor de seguridad, sugiere a los viajeros otra estrategia de sentido común: “No llame la atención. Fíjese en lo que usa y maneja, no haga ruido ni pelee. Y no hable mucho sobre usted con extraños”. Este último punto puede resultar un reto en una era de excesivo intercambio de información. Marivel Andreu, de la aseguradora Celedinas Insurance Group de Miami, advierte que no debemos revelar en Facebook nuestros planes de viaje o del día. Sus clientes, con frecuencia acaudaladas familias de América Latina, “intercambian todo tipo de información, a dónde van a viajar, en dónde están, en dónde no están y, desafortunadamente, los secuestradores están utilizando esta información en su contra”.
El informe Gestión de riesgos para expatriados: secuestro y rescate, elaborado por Richard A. Posthuma, profesor de Administración de la Universidad de Texas, en El Paso, descubrió que el tiempo que los secuestradores mexicanos emplean vigilando a sus víctimas se ha visto reducido por el despliegue de “técnicas de vigilancia más sofisticadas”, como el control de las redes sociales.
Como consejos finales para evitar el plagio o secuestros en los turistas se recomienda:
- Viajar a países seguros en cuestión de seguridad ciudadana y evitar aquellos destinos riesgosos.
- Tener un perfil bajo, y evitar llamar la atención.
- Evite estar solo.
- No lleve artículos costosos, o al menos evite su uso lo máximo posible.
- Evite hablar con desconocidos, especialmente de cuestiones personales o familiares.
- Tenga cuidado con las redes sociales: evite publicar fotos, cuestiones personales y familiares, planes de viajes, rutinas personales y familiares.
Lamentablemente los secuestros son un negocio creciente a nivel internacional, es importante ser precavido, de este modo reducirá los riesgos de ser plagiado o secuestrado, pudiendo disfrutar de su viaje.