Ir de camping con los niños es una brillante idea, pero hay que saber ciertas cosas para tener una estadía perfecta, descubre qué debes tener en cuenta.
Camping con niños: lo que debes saber
Ir de camping con los niños puede ser una excelente aventura pero es importante que se tenga una buena planificación. Para los niños el camping es sinónimo de aventura y la posibilidad de divertirse y disfrutar al aire libre. Eso sí, para que la excursión sea un éxito, es preciso planificarla de forma metódica en función de la edad de los niños.
Además de ser una opción sana de vacaciones, por lo general el camping también es económico. Estas unos días en contacto directo con la naturaleza y te permite alejarse de la rutina y el ritmo de la ciudad, es una excelente manera de estrechar los lazos entre la familia mientras los pequeños de la casa lo disfrutan en gran medida.
Sin embargo, para algunos llevar a bebés o niños pequeños de camping puede resultar algo engorroso. Por ello, prefieren esperar a que crezcan y tengan una edad en la que sean más independientes y responsables. Sin embargo, como apuntan los especialistas en realidad son más las trabas personales que las limitaciones reales para realizar esta actividad con niños de corta edad.
Para que la salida sea un éxito la clave es la planificación. Es necesario organizar la salida en función de la edad y las características de los miembros de la familia que van a participar, prever todas las necesidades que se deben cubrir y anticiparse a los problemas o dificultades que puedan surgir. Estos son algunos de los puntos principales que según los expertos aconsejan tener en cuenta para planificar una salida de camping con los niños:
Para padres con bebés menores de dos años, es quizá más aconsejable organizar un camping donde, además de disfrutar de la naturaleza con sus hijos, pueden encontrar instalaciones y servicios esenciales para el cuidado adecuado de un bebé. Una excelente opción para que los niños se habitúen a dormir en el exterior y superen los posibles miedos a la oscuridad u otros elementos nocturnos es hacer una prueba, como por ejemplo hacer primero un camping casero. Esto es: por una noche ir de camping en el jardín de la propia casa o de algún familiar o amigo. Además de pasarlo muy bien, servirá a los padres para comprobar si sus hijos están preparados para el evento.
Otra cosa que ayudará es visitar antes el lugar donde se irá de camping para comprobar que es una zona segura y autorizada. Es preciso verificar la ausencia de animales peligrosos cerca, cerciorarse de que las salidas y entradas al lugar son transitables (para poder atender de forma rápida y eficaz cualquier posible urgencia) y comprobar que hay cobertura para comunicarse con el móvil.
Debes considerar que las familias que no estén habituadas a ir de camping con los niños deben pedir consejo a quienes sí las realizan con frecuencia. En estos casos es fundamental consultar sobre el tipo de equipamiento (tiendas, sacos, comidas, hornillo, entre otros) que deben llevar para que su estancia sea satisfactoria. También se debe preguntar por referencias sobre los posibles imprevistos que pueden surgir.
Una de los factores que hay que considerar son las condiciones meteorológicas adversas ya que malas condiciones pueden arruinarte la estadía. Es preciso, por una parte, comprobar que los días previos a la salida no hayan sido muy desfavorables para que el entorno donde se acampará no esté afectado por agua o barro. Por otra parte, es necesario verificar el día anterior a la partida la previsión de precipitaciones, temperatura y viento, para evitar que los niños se expongan a situaciones adversas.
Una vez te hayas decidido y hayas llegado al campamento, los padres o adultos que acompañen a los niños deben tomar ciertas precauciones para impedir cualquier accidente. Lo principal es no perderles de vista y mantenerles en estrecha vigilancia, pero además, los expertos en camping sugieren lo siguiente:
Cuando llegues al terreno del camping se debe dar a los niños orientaciones sobre dónde se encuentran para que, en el caso de que se extravíen, puedan localizar sin dificultad el campamento. Se pueden utilizar como referencia árboles muy altos o rocas, por ejemplo..
Si es preciso, se pueden establecer límites de paso en el perímetro del campamento e indicarles a los pequeños la prohibición de cruzarlos por los peligros que puede implicar.
Siempre lleva ropa de abrigo ya que en las zonas naturales, las temperaturas diurnas pueden descender bastante durante la noche y es mejor ser precavido para evitar que los niños pasen frío y se enfermen.
Por la noche conviene proporcionar a cada niño una pequeña linterna con suficiente carga. Además de hacerle sentir más seguro, puede ser de inestimable ayuda en caso de extravío, pero para los niños una linterna en la noche es diversión asegurada.
Para quienes viajan con los más pequeños, es recomendable llevar un intercomunicador. De esta manera es posible continuar la jornada fuera de la tienda con tranquilidad, mientras el bebé duerme en su interior.
Si solicitas ayuda de quienes tienen más experiencia en referencia a ir de camping con los niños y tomas en cuenta las sugerencias que te hemos aquí brindado, estamos seguros que disfrutarás muchísimo de ir de camping con los niños.
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